Las grandes tecnológicas prueban un sistema para diferenciar humanos y bots que desplazará a las tediosas pruebas de identificar semáforos, etc.
Si hubiese que escoger dos molestias universales a la hora de navegar por la web sin duda alguna la lista estaría encabezada por los omnipresentes avisos para aceptar cookies y los conocidos como CAPTCHAs, esas pruebas que permiten al servidor saber si eres un humano o un robot.
Buenas noticias: todo apunta a que dentro de poco podremos por fin decir adiós a los segundos. Apple, Google, Cloudflare y Fastly trabajan desde hace años en un protocolo, Privacy Pass, que permitirá identificar a un internauta como una persona legítima y no una cuenta automatizada. Apple, de hecho, incluirá soporte para esta función en iOS 16, iPadOS 16 y macOS Ventura, los sistemas operativos que llegarán a los dispositivos de la compañía en otoño.
Los CAPTCHAs nacieron en el año 2000 como una forma de prevenir que cuentas automatizadas abusaran de ciertos servicios web o creasen usuarios falsos en diferentes. Se trata de pequeñas pruebas que son en teoría fáciles para un humano pero muy complejas para un ordenador, como leer un texto distorsionado o oculto bajo un patrón de colores.
El nombre es un acrónimo de Completely Automated Public Turing test to tell Computers and Humans Apart (test de Turing público completamente automatizado para distinguir a los ordenadores y a los humanos) y las versiones más recientes aprovechan la prueba para ayudar entrenar algoritmos de aprendizaje de máquina. Es la razón por la que algunos CAPTCHAs piden que identifiques motocicletas, pasos de peatones, coches o semáforos en fotos tomadas a pie de calle.
Este tipo de pruebas pueden parecer una molestia menor, pero presentan varios inconvenientes, sobre todo para usuarios con alguna discapacidad. Los más simples tampoco resultan muy efectivos a la hora de separar humanos y bots, porque hoy en día algunas de las pruebas que inicialmente se consideraban complejas para una máquina resultan triviales.
Además, suponen una pérdida de tiempo considerable. Según Cloudflare cada día los humanos empleamos un tiempo agregado equivalente a 500 años en la resolución de CAPTCHAs
Privacy Pass sustituye estos retos o pruebas por un identificador de acceso que confirma que el usuario es humano y que se genera automáticamente al utilizar de forma normal el teléfono o el ordenador. Acciones como la identificación biométrica o la forma en la que se sostiene el teléfono y su movimiento permiten al sistema dar fe de que el acceso se está haciendo de manera legítima.
El identificador es completamente anónimo y aleatorio, lo que añade otra ventaja al proceso de identificación frente a los CAPTCHAs convencionales, que registran el número IP del usuario. Cientos de servicios tendrán soporte para esta herramienta en otoño y muchos más se sumarán en los meses siguientes.
Fuente: ElMundo.es
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